Un absceso anal es una cavidad infectada llena de pus cerca
del ano o el recto. Hay varios tipos de abscesos dependiendo de donde se formen
en relación al recto y al ano:
Supralevator abscess = absceso supraelevador
Ischiorectal abscess = absceso isquiorectal
Intersphincteric abscess = absceso interesfinteriano
Perianal abscess (subcutaneous abscess) = absceso perianal (absceso subcutáneo)
Una fístula anal (también llamada fístula en el ano) es un
pequeño túnel que se origina desde una abertura dentro del canal anal y termina
en una abertura exterior cerca del ano. Una fístula anal es amenudo el
resultado de un absceso anal anterior. Hasta el 50% de las personas con un absceso
desarrollan una fístula. Sin embargo, una fístula también puede ocurrir sin un
absceso. Lo mismo que ocurre con los abscesos, hay varios tipos de fístulas
dependiendo de la porción del recto y del ano que afecten.
a. Superficial fistula = fístula superficial
b. Intersphincteric fistula = fístula interesfinteriana
c. transsphincteric fistula = fístula transesfintériana
d. suprasphinteric fistula = fístula supraesfinteriana
e. extrasphincteric fistula = fístula extraesfinteriana
f. external anal sphincter = esfínter anal externo
Causas
El canal anal tiene unas pequeñas glándulas que forman parte
de la anatomía normal. Si las glándulas en el ano se obstruyen puede dar lugar
a una infección. Cuando la infección es grave, es frecuente que se produzca un
absceso. Las bacterias, las heces o materias extrañas también pueden obstruir
las glándulas anales y causar un absceso.
La enfermedad de Crohn, el cáncer, el trauma y la radiación pueden
aumentar el riesgo de infecciones y fístulas.
Síntomas
Un paciente con un absceso puede tener dolor, enrojecimiento
o hinchazón alrededor del ano o canal anal. Otros síntomas comunes incluyen
sentirse enfermo o cansado, fiebre y escalofríos. Los pacientes con fístulas
tienen síntomas similares, así como el drenaje de un orificio cerca del ano. Se
sospecha de la existencia de una fístula si estos síntomas vuelven en la misma
zona cada pocas semanas.
Diagnóstico
La mayoría de los abscesos o fístulas anales se diagnostican
y se tratan de acuerdo con los hallazgos clínicos. De vez en cuando, los
estudios de imagen como la ecografía, tomografía computarizada o resonancia
magnética pueden ayudar en el diagnóstico y tratamiento de abscesos profundos y
pueden ser utilizados para visualizar el túnel de la fístula.
Tratamiento
La mayoría de los abscesos requieren tratamiento quirúrgico.
Es importante que el cirujano esté muy familiarizado con el tratamiento de
abscesos y fístulas. Los cirujanos de colon y recto son expertos en esta área.
Para la mayoría de los pacientes, un absceso puede ser drenado quirúrgicamente
a través de un procedimiento simple. Se hace una incisión en la piel cerca del
ano para drenar la infección. Esto puede hacerse en la consulta de su cirujano
con anestesia local o en un quirófano bajo anestesia general. Algunos pacientes
con enfermedad más severa pueden requerir varias cirugías para resolver el
problema. Los pacientes con tendencia a contraer infecciones graves debido a la
diabetes o problemas de inmunidad pueden necesitar ser hospitalizados.
La cirugía es casi siempre necesaria para el tratamiento de
una fístula anal. En muchos pacientes, si la fístula no es demasiado profunda,
se realiza una fistulotomía. Durante esta cirugía, se abrirá la vía de la
fístula para permitir la cicatrización desde abajo hacia arriba. La cirugía
puede requerir la división de una pequeña porción del músculo del esfínter. Sin
embargo, dividir una porción mas grande del esfinter es arriesgado porque puede
producir incontinencia fecal. Si el trayecto de la fístula afecta a una mayor
parte del músculo del esfínter, será necesario realizar otras cirugías que
intentaran cerrar la fistula sin cortar el músculo. Los casos más difíciles
pueden requerir múltiples cirugías.
En general, los antibióticos sólos no son eficaces en el
tratamiento de abscesos o fístulas. El uso de antibióticos puede ser necesario,
además de la cirugía, en los supuestos de que el paciente tenga problemas inmunológicos, tenga condiciones
específicas de válvulas cardíacas o celulitis generalizada (una infección
bacteriana de la piel y los tejidos debajo de la piel). El paciente deberá
proporcionar a su médico su historia clínica detallada y someterse a un examen
físico para que éste pueda determinar si se requiere el uso de antibióticos.
Pronóstico Postoperatorio
Su cirujano le proporcionará la pautas adecuadas para el
cuidado post-quirúrgico.
Desafortunadamente, a pesar del tratamiento adecuado y la curación
completa, un absceso o una fístula pueden volver. Si un absceso regresa, es
posible que haya una fístula que necesita ser tratada. Si una fístula regresa,
es probable que se requiera cirugía adicional para tratar el problema